martes, 12 de mayo de 2015

Así son las visitas a la exposición de Las Edades del Hombre (2): Desde Zaragoza a Alba de Tormes y Ávila.


La afluencia masiva de público los fines de semana a la exposición de Las Edades del Hombre, y la consiguiente incomodidad que ello supone, tanto a la hora de visitar las sedes que albergan la exposición de Las Edades del Hombre, como otros monumentos, aconseja que en este mes y en el próximo (Mayo y Junio) se organice el desplazamiento entre semana, y que para poder disfrutar de la visita a Ávila y a Alba de Tormes (Salamanca) se pernocte al menos una noche y se dedique un dia a cada una de las sedes.


Así lo hizo el grupo de mujeres del International Women Club Zaragoza, que los pasados días 6 y 7 de Mayo llegaron desde tierras aragonesas para conocer en primer lugar Alba de Tormes (Salamanca), visitar la exposición de Las Edades del Hombre ubicada en la Basílica de Santa Teresa, recorrer sus calles, y descubrir la riqueza patrimonial de lugares como el Museo Carmelitano, el Convento de la Anunciación, o la iglesia de San Juan Bautista.

También disfrutaron de momentos de descanso y conversación que convierten una excursión en una experiencia inolvidable, fotografiándose en rincones de enorme belleza natural como el del mirador existente en el Parque El Espolón desde el cual se goza de una panorámica privilegiada de la villa y del río Tormes.







Desde Alba de Tormes el grupo se dirigió a la capital abulense para alojarse y poder observar la iluminación nocturna de sus monumentos.


La segunda jornada se inició con la visita guiada al Convento de Ntra. Sra. de Gracia, la Capilla de Mosén Rubí y la Iglesia de San Juan, y continuó con la visita a otros monumentos como la Catedral o la Basílica de San Vicente.


Una excelente climatología acompañó al grupo durante ambas jornadas, gozando de una temperatura que si en algunos momentos podía calificarse de calor, era bien soportada gracias a una suave y refrescante brisa que, si a primeras horas de la mañana no era bien recibida, a partir del mediodía sin duda se agradecía.

El buen humor y la camaradería que existía en este grupo maño dejó un recuerdo tan grato en su visita a Castilla y León como el que confiamos que por su parte se llevasen a Zaragoza.


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